En toda una temporada tan igualada como la actual, buena parte de las razones que justifican el puesto final en la clasificación de un equipo está en los resultados que obtenga en partidos en los que la inspiración no parece asomar de las botas de sus jugadores. Ayer la Real Sociedad tuvo uno de esos días, en los que cuesta encontrar a jugadores que desplegaran buen fútbol. Y sin embargo, al contrario de lo que más de uno se temía hacia el minuto 60, acabó sumando tres puntos de puro oxígeno cuando en el pasado reciente, en situaciones similares, habría que haberse conformado con el empate o volver a casa rebotado viendo al contrario ascender en la clasificación porque se ha llevado el partido.
Puede que sea un signo de madurez de un equipo con muchos jugadores en etapa de formación y (esperemos) crecimiento. O que la ramplonería del Mallorca y su entrenador fuera justamente castigada. En todo caso, la Real generó más ocasiones de peligro real, buscó con más fe la portería y terminó metiendo una entre los tres palos para obtener el premio máximo con la diferencia mínima.
Con un Imanol Agirretxe que no tuvo una de sus mejores tardes, pero marcó (en su caso es lo principal) y peleó, con la movilidad de Griezmann y Vela para cambiar de banda y generar espacios, y la seriedad defensiva de los centrales, acabamos sumando tres puntos que nos vienen de maravilla para viajar a Bilbo sin ansiedad.
Ya podéis pasar por nuestro Facebook a votar al mejor jugador de ayer y la próxima semana, como de costumbre, sortearemos la camiseta de la Real entre los que votéis en este partido y los que lo hicisteis hace dos semanas contra el Sevilla.